Hibridaciones

Ante la imposibilidad de certeza narrativa frente a los espacios y objetos que articulan la memoria colectiva de un supuesto pasado heredado, el presente nos exige operaciones complejas para la comprensión de nuestra presencia fluida; para situarnos frente a la historia; e incluso para habitar el cuerpo que ocupamos. Motivadxs por la necesidad de alejamiento a cualquier relato próximo al o cial, estrategias como la especulación, la imaginación o la invención proveen de posibilidad la creación de nuestras identidades deseadas. Acompañando a dichas tácticas, y reavivando las palabras utilizadas por Leila Voight -curadora de la iteración original de este proyecto expositivo-, la hibridación igualmente se presenta como una herramienta de reflexión sustancial sobre nuestros orígenes y nuestras interrogaciones actuales, abriendo las puertas hacia el pasado como si fuera el futuro.

Desde finales de la década de los años noventa, la artista francesa ORLAN ha desarrollado el cuerpo de obra titulado Self‐Hybridization, una producción centrada en la apropiación fisiológica de objetos culturales de grupos diversos —tanto eurocéntricos como no-occidentales— para abordar temas que han sido centrales en su práctica desde los años sesenta: los entrecruces de cuerpo, sacralidad, sexualidad, género y belleza. Interpretados como una resignificación y reconfiguración del relato canónico de la historia del arte, Self-Hybridations Mayas vuelve al origen de la serie, en el cual la plástica mesoamericana posibilitó la transformación virtual en aquello que nadie fue.

Situadas entre la intriga y el deseo, las obras permiten a ORLAN el control total sobre las narrativas construidas en torno a los objetos y las imágenes. Los gobernantes y personajes mayas, asexuados, se travisten y se feminizan para dar forma a un cuerpo híbrido, no mediado por los roles de género convencionales: aretes, pecheras y otros atavíos se despojan del sentido bélico o ceremonial antes conferido y lo mismo se transforman en accesorios para un performance drag que en extensiones corporales post-humanas. Reavivando las palabras de Leila Voight, curadora de la iteración original de este proyecto, “no se trata de imponer una imagen sobre otra, sino de invitar al “otro” a ser uno mismo, en simbiosis y ósmosis. ORLAN […] no trata de embellecerse, sino de rememorar a los antepasados como si fueran nosotros mismos […]”

Rodrigo Torres Ramos