Nació en Monterrey N.L. el 08 de diciembre de 1988 y reside desde los cuatro años en la ciudad de Mérida Yucatán. Inicio su formación académica en diseño gráfico para después continuar en la licenciatura de Artes Visuales en la Escuela Superior de Artes de Yucatán, especializándose en el taller de pintura. Ha tenido múltiples exposiciones colectivas en lugares locales como el Teatro Peón Contreras, El Museo de la Ciudad, La Antigua Estación de Ferrocarriles, La Fundación de Artistas, y en espacios nacionales en Guadalajara y Cancún.
Su proceso creativo explora el límite de las extensiones, todo aquello que ocupa un lugar en el espacio, y es perceptible por los sentidos. Dentro de las inquietudes creativas de Sofía Kalife están las propiedades corpóreas de la pintura, su materialidad. Busca dar forma sobre la experiencia del cuerpo-territorio como espacio real o imaginado, como energía creativa y soporte material, espacio social y lugar de violencia. Para ella es el espacio de encuentro entre la experiencia material y espiritual.
Sobre la exposición:
Abstracción del límite nace de la práctica de acumular materiales en términos de periodos cíclicos, con la aportación de restos de pintura de artistas que contribuyen a una especie de reciclaje pictórico. Este proyecto busca dar forma a la experiencia corporal de la materia en el espacio real o imaginado, el cuerpo metonímico, como soporte material y como energía creativa, como fenómeno, espacio social y lugar de violencia. Dentro de mis inquietudes creativas exploro las nociones de habitar el cuerpo como origen material y base de la identidad en el espectro visible. Cómo a partir del vínculo con el propio cuerpo se establece la forma en que nos relacionamos con toda la demás materia a nuestro alrededor.
El cuerpo es territorio de fronteras, se relaciona bidireccionalmente con el contexto sociocultural; lo constituye pero a la vez es constituido por él. Lo corporal definido desde el sentido espacial y relacional va tomando forma en conjunto con las topografías y las geometrías existenciales, de un modo rizomático produce vínculos y es determinado por ellos. Desde otra perspectiva se observa la idea del color como memoria, una noción que se elabora en un cúmulo de sensaciones, movimientos, gradaciones y superposiciones materiales. Este cuerpo territorio imaginado que es parte efectiva de nuestra autorrepresentación, resulta a veces en una acumulación de sentidos, que asoman sobre la figuración de lo “normal”, como cicatrices o malformaciones. Desde distintos enfoques se muestra las complejidades que atraviesa esta percepción de la materialidad. Se establece una relación metonímica entre naturaleza y cuerpo, enlazados en la idea de la herida causada por el abuso, es una lectura personal sobre la violencia latente y naturalizada en todo espacio material con la capacidad explotable.
Bajo esta perspectiva, se presenta mi producción como un límite entre los opuestos. La frontera donde se encuentra materia y espíritu. Espacio de resistencia y autonomía para poder encaminar la energía creativa del cuerpo femenino a nuevas dimensiones. Se trata de reclamar, a través de la obra artística, la gestión autónoma de las capacidades productivas de la energía corporal, adaptada a las condiciones de producción actuales que se mantiene por medio del abuso y explotación de la materia prima de la tierra.
Sofía Kalife